FRASES IMPRESCINDIBLES

"El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad."
Victor Hugo

21 de octubre de 2008

Es Lunes por la Tarde, Un Falso Ensayo Sobre la Libertad


Es lunes por la tarde, termino de comer un plato con un trozo de carne y unos frijoles negros sin sal que prefiero regresar a la olla para comerlos cuando estén bien especiados. Usualmente para este punto, la digestión me pone modorro y hurgo en la alacena buscando algo dulce; esta vez encuentro un dulce de coco con piña y un dulce de leche llamado “macarrón”. Elijo el dulce de leche, y me regocijo en mi capacidad de libre elección.
Si hago un corte transversal de un segmento determinado de mi vida, como lo acabo de hacer hace unos segundos, me doy cuenta que a grandes rasgos no soy libre. Sí, efectivamente elegí libremente una opción basado en mis gustos en cuanto a los alimentos dulces, quizá también haya sido por su forma o por mi contexto en aquel momento, no obstante, el origen de esa libre elección surge de una necesidad de la que soy esclavo: mi eficiencia orgánica y por consiguiente mi sobrevivencia biológica.
Lo anterior quizá sea una muy simplificada, generalizada y probablemente grosera forma de desnudar el concepto del libre albedrío, pero creo que describe atinada e inocentemente la manera en la que yo experimento mi libertad cuando intento recapitularla en mi historia. Cada que recuerdo algún momento en el que me he sentido en la cima de mi montaña, libre y desencadenado, me doy cuenta de la larga lista de condiciones a la que esa aparente libertad estaba subyugada, además de la –especulativamente– inmensa cantidad de variables que se me pueden estar escapando y que conllevan condiciones que nulificarían el concepto que tengo acerca de la libertad. 
Puede llegar a ser deprimente cuando además de ver hacia atrás, y encontrarme con una enorme cantidad de variables que pudieron haber condicionado mi (prostético) sentimiento de libertad, veo hacia delante y descubro cómo mi decisión, aparentemente libre de condiciones, es realmente una maquinación de mí mismo hacia (¡sorpresa!) mí mismo, ya que desde hace tiempo decidí –de manera presumiblemente inconsciente, e irónicamente libre– montar una obra, en la cual ya he elegido a los personajes, para los cuales constantemente hago castings; en donde ya se han estipulado las locaciones, que desesperadamente busco e indudablemente encuentro; en donde el script está ya impreso en limpio y sobre el cual están basados los diálogos del personaje principal, o sea yo, junto con las decisiones que tomará dicho personaje de ahí en adelante. A esto se reduce mi libertad consciente, a actos maquinados, que sin duda en un futuro cuando ocurran y tenga yo el tiempo de voltearlos a ver me daré cuenta de las pautas que ya presagiaban los resultados y pensaré “¡Claro! por eso hice esto, ¿cómo no lo vi claro en ese momento? Si tan solo hubiera hecho esto otro ¡qué libre sería yo ahora de mi mismo!”.

Esta visión de la libertad es realmente pesada y desalentadora para aquél miserable que la haga suya al pie de la letra. Esto me consta. Pero como dice un antiguo dicho, “la madrugada es siempre más oscura antes del amanecer”, creo que esta visión me sirvió para comprender la libertad desde un punto de vista más apegado a mi realidad cotidiana (y por tanto con un gran potencial pragmático a la hora de tomar decisiones y plantearme objetivos) y más alejado de un cuento de hadas, que si bien tendría una gran riqueza simbólica sería difícil llevarlo a la práctica sin una previa desmitificación hermenéutica. Esta visión realista de la que hablo tiene que ver con experimentar la libertad en el instante –que es lo más cercano que tenemos a eso que llamamos presente–,y nunca voltearla a ver en la historia, ya que a la libertad no le gusta dejar huella y ay de aquél que intente atraparla de esta forma. Ahora, si lo que uno quiere es ver un retrato o una descripción de la libertad creo que será difícil que la encuentre en un diagrama hecho por un físico cuántico, o en un largo tratado filosófico, más bien habrá que buscarla embarrada en la poesía, en un refrán popular, sobrentendido en los cambios de acorde en una guitarra o ¿por qué no? en las engañosas pinceladas de una pintura, porque eso sí, la libertad tiene un especial gusto por posar de modelo para las artes.

José Aurelio Tafoya Romero, 2008.

INVITACIÓN

Quiero invitar a todo el mundo a que escriba lo que le de la gana o necesite decir. Quiero agradecer a mi amigo y colaborador Aurelio Tafoya por inaugurar este blog. 

La luz genera mas luz...

Edheer Inzunza López